lunes, 26 de enero de 2015

ARTICULO 10

LA FIESTA DE LAS FLORES Y DE LAS FRUTAS


La fiesta de las Flores y las Frutas es una celebración popular, que se lleva a cabo el 17 de febrero de cada año en la provincia de Tungurahua (Ambato-Ecuador), 40 días antes de Semana Santa. La Fiesta de la Fruta y de las Flores es denominada como una de las más hermosas celebraciones alrededor del país. Es la conmemoración a la perdida sufrida por los habitantes de la ciudad a raíz del terremoto del 5 de agosto de 1949

El nombre de la fiesta se debe a la gran producción local fruticosa y floral que coincide con los primeros meses del año. Cabe recalcar que en la ciudad de Ambato que tiene un alto nivel cultural, se ha prohibido los juegos con agua, harina, huevos y otros productos característicos del carnaval, que en otras poblaciones vecinas "juegan", invadiendo el espacio personal del turista.


Origen de la fiesta de la fruta y de las flores

Luego del terremoto ocurrido el 5 de agosto de 1949, en la ciudad de Ambato, que arrasa con gran parte de la ciudad y de sus habitantes, el pueblo buscó reactivarse y dejar de lado este suceso, por lo que los socios del Centro Agrícola Cantonal fueron el eje principal de la organización de la primera fiesta que se llevó a cabo el 17 de febrero de 1951.

1951 fue el punto de partida. La fiesta se realizó con características únicas por su contenido; aroma de frutas, perfume de flores, belleza de sus mujeres, manifestaciones de arte, cultivo de tradiciones; todo sobre una base de solidaridad, respeto y entusiasmo que situaron a Ambato en un pedestal de desarrollo cultural.

La fiesta fue entonces una manifestación de la voluntad de los ambateños, que aceptando el precio propuesto por la naturaleza a la belleza y fecundidad concedida a estas tierras, se levantaron con fervor y entusiasmo en búsqueda de respuestas tangibles al daño sufrido.

Fue en 1962, y mediante Decreto Ejecutivo N. 586, expedido el 18 de abril y publicado en el Registro Oficial N. 136, que el Gobierno Nacional Presidido por el Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, y siendo su Ministro de Gobierno el destacado ciudadano ambateño Don Alfredo Albornoz Sánchez, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, celebración nacional.

Año tras año, la intensidad de las fiesta iba en aumento, varios elementos se han ido incorporando y el derroche de alegría y sana diversión se impregnaba fácilmente en ambateños y turistas; no hubo quien escape al regocijo.

Adicionalmente, desde el año 2003 el Colectivo Central Dogma organiza el Festival de Música Independiente y de Vanguardia FFF (Festival FFF), que se ha seguido realizando con gran acogida e ininterrumpidamente desde esa fecha, y se caracteriza por invitar a bandas de música de todos los estilos, nacionales y extranjeras, lo cual causa mucha expectativa y aceptación entre el público que se da cita a la mayor fiesta de los ambateños.

ARTICULO 10

LA FIESTA DE LAS FLORES Y DE LAS FRUTAS

 

 



La fiesta de las Flores y las Frutas es una celebración popular, que se lleva a cabo el 17 de febrero de cada año en la provincia de Tungurahua (Ambato-Ecuador), 40 días antes de Semana Santa. La Fiesta de la Fruta y de las Flores es denominada como una de las más hermosas celebraciones alrededor del país. Es la conmemoración a la perdida sufrida por los habitantes de la ciudad a raíz del terremoto del 5 de agosto de 1949
El nombre de la fiesta se debe a la gran producción local fruticosa y floral que coincide con los primeros meses del año. Cabe recalcar que en la ciudad de Ambato que tiene un alto nivel cultural, se ha prohibido los juegos con agua, harina, huevos y otros productos característicos del carnaval, que en otras poblaciones vecinas "juegan", invadiendo el espacio personal del turista.
Origen de la fiesta de la fruta y de las flores

Luego del terremoto ocurrido el 5 de agosto de 1949, en la ciudad de Ambato, que arrasa con gran parte de la ciudad y de sus habitantes, el pueblo buscó reactivarse y dejar de lado este suceso, por lo que los socios del Centro Agrícola Cantonal fueron el eje principal de la organización de la primera fiesta que se llevó a cabo el 17 de febrero de 1951.

1951 fue el punto de partida. La fiesta se realizó con características únicas por su contenido; aroma de frutas, perfume de flores, belleza de sus mujeres, manifestaciones de arte, cultivo de tradiciones; todo sobre una base de solidaridad, respeto y entusiasmo que situaron a Ambato en un pedestal de desarrollo cultural.

La fiesta fue entonces una manifestación de la voluntad de los ambateños, que aceptando el precio propuesto por la naturaleza a la belleza y fecundidad concedida a estas tierras, se levantaron con fervor y entusiasmo en búsqueda de respuestas tangibles al daño sufrido.

Fue en 1962, y mediante Decreto Ejecutivo N. 586, expedido el 18 de abril y publicado en el Registro Oficial N. 136, que el Gobierno Nacional Presidido por el Dr. Carlos Julio Arosemena Monroy, y siendo su Ministro de Gobierno el destacado ciudadano ambateño Don Alfredo Albornoz Sánchez, declaró a la Fiesta de la Fruta y de las Flores, celebración nacional.

Año tras año, la intensidad de las fiesta iba en aumento, varios elementos se han ido incorporando y el derroche de alegría y sana diversión se impregnaba fácilmente en ambateños y turistas; no hubo quien escape al regocijo.

Adicionalmente, desde el año 2003 el Colectivo Central Dogma organiza el Festival de Música Independiente y de Vanguardia FFF (Festival FFF), que se ha seguido realizando con gran acogida e ininterrumpidamente desde esa fecha, y se caracteriza por invitar a bandas de música de todos los estilos, nacionales y extranjeras, lo cual causa mucha expectativa y aceptación entre el público que se da cita a la mayor fiesta de los ambateños.


 

 


miércoles, 21 de enero de 2015

ARTICULO 9


MONASTERIO DE TILIPULO
El monasterio original fue construido alrededor de 1.680 por el arquitecto Marco Guerra, con el nombre de San Juan Bautista de Tilipulo. Inicialmente esta hacienda pertenecía al cacique inca Sancho Hacho. A inicios de la época colonial el valle situado al norte de Latacunga formó parte de la encomienda asignada a
Rodrigo Núñez de Bonilla.
En el siglo XVII luego de un proceso de fragmentación de propiedades se formaron diferentes haciendas entre ellas Tilipulo Grande, consolidada por Don Ignacio de Arteaga. En 1.696 la hacienda pasó a manos de don Fernando Dávalos, quien inició el obraje para la producción de paños y bayetas. Su esposa, doña María Villagomez de Larraspuru al enviudar, continuó la expansión del predio y aumentó notablemente el volumen de producción textil.
En 1.763, fue vendida al Marqués de Miraflores, Antonio Flores y Vergara. En este período, el obraje alcanza su óptimo nivel de producción y por esta época se construye la gran iglesia San Juan Bautista de Tilipulo, que representa la más importante construcción del casco de la hacienda.
Más tarde pasó a manos de don Manuel Larrea y Jijón, Marqués de San José, quien acrecentó la extensión del predio, restauró los obrajes y más construcciones que habían sido afectadas por un incendio, e inició la exportación de textiles.
A finales del siglo XIX, el obraje decayó, como casi todos los de la sierra ecuatoriana, porque el mercado fue ocupado por textiles importados. 

 

ARTICULO 8

SOMBRERO DE PAJA TOQUILLA

Muchas leyendas giran en torno al origen del sombrero de paja toquilla, lo que ha impedido tener con precisión un referente histórico concreto sobre la época y año en que apareció esta manufactura en Ecuador, aunque algunos historiadores señalan que se remonta al Período Formativo (3.500 a.C–500 A.C), representado principalmente por las Culturas Valdivia y Chorrera. Pero lo que si está claro y desde siempre, es que esta hermosa prenda es ciento por ciento ecuatoriana, elaborada artesanalmente por hábiles manos de mujeres y hombres de Montecristi, Jipijapa, en Manabí (Costa);y, Cuenca en el Austro ecuatoriano.

El libro “Tejiendo la Vida”, de María Leonor Aguilar, recuerda que “históricamente los Huancavilcas, Mantas y Caras, aborígenes que moraban en el territorio de las provincias que hoy corresponde a las provincias de Guayas y Manabí han sido considerados como habilísimos tejedores y trabajadores del arte textil”; y afirma que seguramente de ellos heredaron, las cualidades que hasta hoy mantienen los hábiles artesanos de estas poblaciones y que posteriormente su enseñanza se extendió hasta Cuenca- Azuay (1835) y en 1845 a Azogues, provincia del Cañar, para superar la estrechez económica que afectó a sus pobladores. En 1849 los sombreros de Montecristi, Jipijapa y Cuenca se vendían ya en el exterior (Panamá).

En 1855 se inaugura en París una exposición mundial preparada por el francés Philippe Raimondi, a la asiste Panamá con una colección de sombreros de paja toquilla, elaborados en tierras manabitas (Ecuador). Esta colección impresionó favorablemente al habitante europeo por la finura del tejido. Obsequiaron un sombrero fino a Napoleón III, emperador de Francia, este se paseó por la feria y presumió de su elegancia; el hecho causó la inquietud de otras personas que preguntaros cómo adquirirlo. Al haber obtenido éxito en la exposición, se continuó con el negocio. Pero en el catálogo de la exposición no aparece el nombre del Ecuador como país expositor y es en el espacio reservado a “Comarcas diversas” donde se explica el puerto de procedencia de donde se embarca con el nombre del expositor y su lugar de residencia, en dicho catálogo se habla de un sombrero con “tejido de paja”.

 


ARTICULO 7

CORPUS CHRISTI

La fiesta del Corpus Christi, una celebración religiosa cristiana de las culturas andinas, que expresa el agradecimiento a las cosechas obtenidas, vuelve este año con energía y color a las calles del cantón Pujilí (Cotopaxi), en donde la población espera la visita del turista nacional y extranjero.

Las celebraciones iniciarán el 14 de junio y concluirán el 22 del mismo mes con el desfile de las comunidades indígenas; ese día participarán alrededor de 20 comparsas, pero uno antes, el 21, cerca de 70 delegaciones de todas las provincias del país bailarán por las calles de Pujilí.

En dos horas de trayecto, quienes más se lucen son los tradicionales danzantes. Hombres vestidos con túnicas de las cuales se prenden y cuelgan objetos como espejos y decorados de todo tipo.

En el caso de los danzantes mestizos esos cabezales pesan 12 libras, en tanto que los indígenas llevan una de entre 15 y 20 libras.

Al final de la jornada, además de la satisfacción de lucir alegres e irradiar energías de agradecimiento, las tres mejores comparsas recibirán sus premios. El primer lugar un danzante de oro y mil dólares en efectivo, el segundo, un danzante de plata y $700; y el tercer lugar uno de bronce y $300 de premio al esfuerzo, según explicó Fernando Matute (AP), alcalde de Pujilí, quien visitó las instalaciones de este Diario para promocionar la ancestral celebración e invitar a la población nacional y extranjera a sumarse a los festejos.

El danzante en el cantón Pujilí es tan importante que Matute adelantó la construcción de uno de tamaño gigante. Tendrá unos 50 ó 60 metros de alto, similar a un edificio de 25 pisos.

El edil indicó que esa figura se levantará en el cerro Sinchahuasín, ubicado en lado occidental de Pujilí, como un vigilante permanente de la ciudad en constante desarrollo.



ARTICULO 6

LA CATEDRAL DE CUENCA

La catedral de Cuenca, fue construida en época de Alfonso VIII, rey de Castilla, construida a iniciativa de la reina Leonor de Plantagenet, que reconquistó la ciudad tras un largo asedio que tuvo lugar desde el 6 de enero hasta el 21 de septiembre de 1177, festividad de San Mateo.

Se halla en el lugar que ocupaba una antigua mezquita árabe y que en la actualidad se conoce bajo el nombre de Capilla Honda, de la que se conservan unas esplendidas puertas mudéjares que sirven de paso a la vieja capilla

Reconquistada á los moros la ciudad de Cuenca en 1177, el rey Alfonso IX, de León, nombró obispo de aquella diócesis á D. Juan Yáñez; el arcediano San Julián, que había acompañado al rey en la conquista de Cuenca, se quedó en esta ciudad, donde permaneció seis años para ayudar á establecer casi de nuevo la religión cristiana. Pasó luego á Toledo, y, muerto en 1195 el obispo D. Juan Yáñez, el rey D. Alonso obligó á San Julián á aceptar la silla episcopal de Cuenca.

La Catedral de Cuenca es la primera construcción del arte gótico acometida en Castilla, con unas dimensiones inferiores a las grandes Catedrales del mismo estilo.

El estilo es gótico inicial con una influencia franco-normando, fruto de la contratación de canteros franceses, mediante las donaciones de Alfonso VIII. Las obras comenzaron en 1182 y duraron hasta 1257, posteriormente durante siglos fueron incorporándose numerosas actuaciones que cambiaron su fisonomía, desde el románico al arte abstracto de los últimos vitrales .

Se comenzó por la cabecera de influencia románica tardío, en transición al estilo gótico entre 1190 y 1250 con cinco ábsides escalonados, transepto y tres naves en el cuerpo principal.

En 1208 se produce la consagración como iglesia catedral basílica de Nuestra Señora de Gracia.

Posteriormente Fernando III cambia la fisonomía de la fachada convirtiendo los escalones de la entrada e incorpora las torres laterales de estilo normando.

Las obras se desarrollaron en el siglo XIII en que se construyó el mal llamado triforio, tan original como hermoso, al tener ventanales moldurados y decorados con estatuas de ángeles y un óculo superior que ahorra el piso del claristorio como fuente de iluminación, aunque restando altura. Las bóvedas, coincidiendo con el gótico primitivo del norte de Francia son de crucería sexpartita.

En 1448 se adapta la cabecera para abrir una doble girola y se añade a la planta.
En el siglo XV se construye la sacristía y la sala capitular, detrás de la girola y se adosan a ella algunas capillas.
En el siglo XVI se edifican algunas capillas como la de los Apóstoles, la de los Albornoz y el arco de Jarnete que abre el claustro, también construido en esa época.

En el siglo XVII se levanta la capilla del Sagrario y se le encomienda la reforma de la fachada a los arquitectos José Arroyo y Luis Arriaga, imponiendo el estilo barroco pero conservando parte de su esencia gótica.

En el siglo XVIII Ventura Rodríguez realiza varios altares, en especial el de la Capilla Mayor.

En 1902 se produce el hundimiento de la torre de Giraldo, esto afectó gravemente a la fachada del templo, su reconstrucción se ha alargado hasta nuestros días.


ARTICULO 5

CRISTO DEL CONSUELO

La imagen del Cristo del Consuelo recorrerá mañana las calles del suburbio guayaquileño recogiendo –por 53 años consecutivos– muestras de fe y los pedidos de cientos de miles de feligreses.

La imagen se ha convertido en una de las más emblemáticas a nivel nacional e internacional de las procesiones por Semana Santa, sin embargo, muy pocos conocen su origen, ni las situaciones que originaron que sea tan venerada.

Gloria Macías, una de las precursoras de la procesión del Cristo del Consuelo, desempolvó un pequeño folleto donde se cuenta esa historia, está entre sus pertenencias más preciadas, aunque no es necesario que lo lea, pues estuvo allí, el 15 de abril de 1960 cuando la imagen llegó a la calle Lizardo García y la A, cuando este sitio era puro manglar y agua. “Esto era una pampa, lo pusieron en lo alto y era la novedad”, recuerda doña Gloria, quien tenía 5 meses de embarazo en ese entonces.

Con emoción rememora la historia del por qué su parroquia llegó a ser del Cristo del Consuelo y no el Señor de la Misericordia como se planeaba en la década del 60.

Luis Alvarado, hermano de Leticia Alvarado, colaboradora y amiga del padre Ángel María Canals, párroco de la iglesia en ese entonces, tuvo un papel importante. Luis Alvarado partió en marzo de 1959 a una gira por Europa para visitar los templos religiosos más importantes.

Su primera parada fue en Madrid, en el santuario del Inmaculado Corazón de María, donde una imagen del Cristo del Consuelo captó de inmediato su atención, tanto que consiguió estampas de la imagen para traerlas a Guayaquil, no obstante, la muerte lo sorprendió en su siguiente punto, Portugal, cuando descansaba en un hotel fue asesinado.

Alvarado fue enterrado en ese país, pues no eran comunes las repatriaciones de cadáveres en ese entonces, pero, por la insistencia de su hermana, el padre Canals logró traer el cuerpo, por barco, a Guayaquil.

Para sorpresa de la familia de Alvarado, entre sus pertenencias se encontraron las estampas del Cristo del Consuelo, que fueron entregadas al padre Canals. Desde ese momento el Cristo del Consuelo sería el santo patrono de la parroquia. Canals encargó la hechura de una réplica de la imagen al maestro cuencano Julio Quispe por un valor de 5.000 sucres, sin embargo, este subcontrató a Julio Jimbo por 4.000 sucres. “Eso fue una anécdota graciosa, porque el primer maestro se ganó 1.000 sucres”, recuerda sonriente Macías.

La imagen llegó a la urbe una semana antes de la primera procesión y desde allí ha acumulado en cada recorrido la esperanza de los guayaquileños. 


ARTTICULO 4

CARONDELET

La historia de este emblemático edificio se remonta a la época colonial, alrededor del año 1570, con la adquisición de las primeras casas reales asentadas en la ciudad de Quito.
Las primeras casas reales

La primera sede de la Corona española en la Audiencia de Quito funcionó cerca del convento e iglesia de La Merced (actuales calles Cuenca y Chile) hasta alrededor del año 1611, cuando murió Diego Suárez de Figueroa, secretario de la Audiencia, quien era dueño de un pequeño palacete edificado en el costado occidental de la plaza central (Plaza Grande). A diferencia de Lima y México, en donde los conquistadores Francisco Pizarro y Hernán Cortés reservaron para sí los mejores solares de la Plaza Mayor para sus palacios, en Quito, Sebastián de Benalcázar realizó la fundación de la ciudad en un paraje, ubicado en las actuales calles Olmedo y Benalcázar, que fue provisionalmente la Plaza Mayor. Esta se trasladó un poco más al sur varios años después, y las casas de Benalcázar quedaron a varias cuadras de distancia. Por lo demás, el fundador de Quito siguió su viaje hacia la actual Colombia, en donde se estableció y murió.

Juan Fernández de Recalde, presidente de la Audiencia en ese entonces, informó al rey que el palacete de Suárez de Figueroa que se ubicaba en el flanco occidental de la Plaza Mayor, se encontraba en remate, y la Corona lo adquirió por tratarse de un edificio más grande y cómodo para albergar las dependencias de la Administración hispana en suelo quiteño. De allí en adelante, el poder de la Audiencia se radicó en la Plaza Grande.

Tiempo después, el sucesor del presidente Recalde, Antonio de Morga, informó al Rey que las casas reales eran indignas de llevar ese apelativo, pues ya resultaban estrechas y muy viejas, por lo que propuso comprar las casas adyacentes al palacete original. A partir de entonces, el conjunto de tres casas unificadas en una sola fachada sufrió una serie de transformaciones. El terremoto de 1627 forzó a comprar los edificios vecinos que, por su vetustez, fueron reedificados de cantería, ladrillo y cal que le confirieron su característico color blanco, vigente hasta el día de hoy.



ARTICULO 3

LA DIABLADA PILLAREÑA

Origen Histórico de Los Diablos de Píllaro

En muchas sociedades hay fiestas que se celebran en determinadas fechas del año para conmemorar sucesos que ocurrieron en el pasado y que para muchos pueblos se consideran importantes, por lo que recurren a celebraciones para mantenerlas vivas ya sea a través del recuerdo.

En el sector rural siempre hay el predominio de lo religioso sobre lo cívico, especialmente en el pasado, la mayoría de fiestas estaban señaladas por el calendario litúrgico, en donde se planificaban los acontecimientos, las fiestas o conmemoraciones.

Píllaro ciudad caracterizada por grandes levantamientos indígenas, ha ocasionado que toda su información histórica haya desaparecido. En el levantamiento efectuado en 1898, donde los indígenas se lanzaron sobre la ciudad, atracando las tiendas que vendían comestibles y ropa.

Saquearon también el Municipio y en la Plaza San Juan iniciaron una hoguera y en ella arrojaron todos los documentos antiguos y de esa época que poseía el Cabildo, la Jefatura Política, las Comisarias, Juzgados, etc. Valiosos documentos fueron reducidos a cenizas, perdiéndose así la historia de Píllaro.
Esta es la razón, por lo que no tenemos un documento que dé fe desde cuando inició la fiesta de los diablos. Varios investigadores, han tratado de encontrar el verdadero origen de la fiesta, en la que dan muchas interpretaciones dependiendo de las personas y del sitio en que se haya realizado dicha investigación.
Una de ellas se refiere, “a la pelea entre dos caseríos, los de Marcos Espinel acudían a cortejar a las mujeres de Tunguipamba, los padres y hermanos de estas mujeres al enterarse de tal afrenta querían dar un escarmiento a los enamoradizos; no encontraron mejor manera y aprovechando la oscuridad se disfrazaron con máscaras, semejando a un diablo”.
Otra indica que, “a finales de la década de los cuarenta, antes del terremoto del 5 de agosto de 1949, en fiesta de inocentes salía la LEGIÓN, que se encontraba representaba por lo más ingenioso que la mente humana podía desarrollar. Teníamos al Cíclope, al Duende, la Muerte, el Alma, la Caja Ronca, el Dos Caras, la Loca Viuda, el Uñaguille y el Diablo. Muchos afirman que éste último personaje fue tomado para dar origen a los Diablos de Píllaro”.
“Al inicio del nuevo año, que coincide con la fiesta de los inocentes, la gente de Píllaro creen que el cielo se abre y realizan un rito donde llegan al límite de su comprensión, de su poder de resistencia y mentalidad. Piensan que ésta práctica les da fuerza y poderes sobrenaturales; se disfrazan y llevan una máscara semejando al ser que más temen, danzan para mofarse, pensando con esto tener el control sobre el maligno”.
“Los primeros habitantes de la República de Bolivia, en especial los del alto que eran de origen Mitimae recorrían todo el continente Americano, muchos partieron hacia el sur y el norte. Seguramente algún grupo debió radicarse en lo que hoy forma parte el cantón Píllaro, ahí está la coincidencia del clima, su danza de los diablos y la similitud en los colores de sus banderas”.
“En los inicios de la Fiesta de las Flores y las Frutas, allá por la década de los cincuenta, participó en el desfile una delegación del Ballet Nacional de Bolivia, representando a la Diablada del Carnaval de Oruro. Seguramente se tomaron e imitaron algunos elementos de tal representación, ya que a esta celebración acude mucha gente de Píllaro por su cercanía”.
“En la Fiesta de los Inocentes que se celebra del 28 de diciembre al 6 de enero de cada año, la gente de los caseríos y comunidades, formaba una comparsa y al son de una banda de pueblo danzaban por las principales calles del cantón, acompañados por las Guarichas, Capariches y un Diablo, el mismo que estaba encargado de abrir paso con su acial para que desfile tal comitiva. Cabe señalar que el diablo no era el personaje principal en este desfile”




ARTICULO 2

LA MAMA NEGRA

La Mama Negra es una fiesta popular ecuatoriana de la sierra propiamente de la ciudad de Latacunga es muy conocida dentro del país y fuera de el .Su origen es una muestra de las manifestaciones populares mestizas históricas que impregnan toda su historia y folklore a través de esta celebración.

Marco Karolys, conocido arqueólogo de Latacunga, expresa que la Mama Negra está marcada por dos corrientes claramente definidas: la de los tiempos precolombinos y la del colonialismo, como un legado cultural de carácter folklórico, consolidado por la iniciativa creadora de muchas generaciones y que presenta las características de un ceremonial ajustado a determinar técnicas del acto sacramental de la conquista española, «forma dramática que se fincó a la par del teatro clásico español».1

Pero el origen de esta celebración es aún más interesante: su celebración es un acto de agradecimiento a la Virgen de la Merced por haber salvado a la población que hace 251 años vivía atemorizada por las constantes erupciones del volcán Cotopaxi. Eduardo Paredes, estudioso de la historia de Cotopaxi, señala que la fiesta anual, que inicialmente se celebraba el 9 de diciembre con el nombramiento de dos priostes, «uno de los blancos y otro de los tiznados», se realizaba en conmemoración del aniversario de la tragedia ocasionada por el volcán Cotopaxi. El rumbo de esta celebración cambia cuando en el año de 1877 el Cotopaxi vuelve a reactivarse y, el martes [26 de junio]], entra en erupción y causa tanto la muerte de más de 300 personas como la destrucción de la fábrica de tejidos San Gabriel, cuyas ruinas aún existen así como las de otros inmuebles históricos que se mantienen desde la época precolonial. Como consecuencia de esta tragedia, se cambia de fecha la festividad popular a ese día, hasta que en el año de 1945, se renuevan los votos a la Virgen de las Mercedes proclamándola "Patrona contra la Furia del Volcán", y se traslada la fiesta definitivamente al 24 de septiembre, fecha con la que quedó institucionalizada hasta nuestros días.



ARTICULO 1



LA CASA DE LOS TRATADOS


La “Casa de los Tratados”, fue sede el 28 de Febrero de 1.829 de la firma del documento de paz, luego de la batalla entre el ejército peruano y el ejército del Departamento del sur, en las faldas del Portete de Tarqui.

El documento final se lo firma en esta casa, motivo por el cual pasó a ser conocida como la “Casa de los Tratados”

La casa es del estilo denominado “Casas de Hacienda”. Este tipo de arquitectura se caracteriza básicamente por la adaptación al medio ambiente y la presencia de galerías o portales que reparten las salas de la casa, formando así una prolongación cubierta de los espacios exteriores.

La Sala de Armas, está en la planta baja, en torno a esta Sala se distribuyen tres soportales: uno frontal, otro posterior y el tercero lateral.

La segunda planta tiene correspondencia con la primera. Aquí están el Salón de los Próceres.

Dentro de este museo se encuentran armas utilizadas por los soldados como: arcabuces, municiones, bayonetas, sables, pistolas, lanzas, cañones.

En el lugar también se exhiben uniformes utilizados por los militares Grancolombianos; banderas bien conservadas; utensilios que sirvieron para la firma de los tratados entre otros objetos históricos.

Se puede observar además las cartas escritas por el mariscal Sucre al Libertador Simón Bolívar, documentos; muebles relacionados con la gesta histórica.

La “Casa de los Tratados”, esta circundada de jardines y espacios verdes.

En el año de 1975, pasa la “Casa de los Tratados” a poder del Ministerio de Defensa Nacional, cedida por la Ilustre Municipalidad del Cantón Girón.