LA MAMA NEGRA
La Mama Negra es una fiesta popular
ecuatoriana de la sierra propiamente de la ciudad de Latacunga es muy
conocida dentro del país y fuera de el .Su origen es una muestra de
las manifestaciones populares mestizas históricas que impregnan toda
su historia y folklore a través de esta celebración.
Marco Karolys, conocido arqueólogo de
Latacunga, expresa que la Mama Negra está marcada por dos corrientes
claramente definidas: la de los tiempos precolombinos y la del
colonialismo, como un legado cultural de carácter folklórico,
consolidado por la iniciativa creadora de muchas generaciones y que
presenta las características de un ceremonial ajustado a determinar
técnicas del acto sacramental de la conquista española, «forma
dramática que se fincó a la par del teatro clásico español».1
Pero el origen de esta celebración es
aún más interesante: su celebración es un acto de agradecimiento a
la Virgen de la Merced por haber salvado a la población que hace 251
años vivía atemorizada por las constantes erupciones del volcán
Cotopaxi. Eduardo Paredes, estudioso de la historia de Cotopaxi,
señala que la fiesta anual, que inicialmente se celebraba el 9 de
diciembre con el nombramiento de dos priostes, «uno de los blancos y
otro de los tiznados», se realizaba en conmemoración del
aniversario de la tragedia ocasionada por el volcán Cotopaxi. El
rumbo de esta celebración cambia cuando en el año de 1877 el
Cotopaxi vuelve a reactivarse y, el martes [26 de junio]], entra en
erupción y causa tanto la muerte de más de 300 personas como la
destrucción de la fábrica de tejidos San Gabriel, cuyas ruinas aún
existen así como las de otros inmuebles históricos que se mantienen
desde la época precolonial. Como consecuencia de esta tragedia, se
cambia de fecha la festividad popular a ese día, hasta que en el año
de 1945, se renuevan los votos a la Virgen de las Mercedes
proclamándola "Patrona contra la Furia del Volcán", y se
traslada la fiesta definitivamente al 24 de septiembre, fecha con la
que quedó institucionalizada hasta nuestros días.

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